Hace pocos días Gaspar Llamazares alertaba en Barcelona de que “en cuestión de días la crisis será argumento para hablar mal del sistema sanitario, en vez de para consolidarlo y ampliarlo; y algunos verán el momento de iniciar recortes”. En su opinión, los retos principales son la universalización, la equidad, la financiación y la calidad, y los riesgos para alcanzar un pacto de estado que palie los problemas existentes serían el bloqueo de la negociación por parte del PP con el argumento de que “si no hay más financiación no hay acuerdo”. La propuesta de Llamazares en materia de financiación consistió en acordar un calendario de cuatro años para alcanzar la convergencia del gasto español en sanidad con el gasto medio europeo.
En el curso de su conferencia defendió la existencia del ministerio, y aseguró que es un error considerar que tenemos un único sistema: “Tenemos un conjunto de sistemas pero no uno por cada comunidad autónoma sino varios sistemas heredados (Muface, salud laboral al margen del SNS) y el nuevo, y no encajan”. Sin embargo, sobre el tema de financiación fue muy explícito: “La financiación debe ser pública y la provisión mayoritariamente pública porque es lo que dicta la Constitución (…). No veo la concesión a entidades con afán de lucro“.
En este sentido, cabe recordar que Llamazares propuso en el Congreso una propuesta de ley que, a juicio del sector catalán ataca el modelo autonómico, caracterizado por que la mayor parte de la asistencia la prestan fundaciones y entidades privadas sin afán de lucro. Por tanto, no debió sentirse muy cómodo en Barcelona Llamazares rodeado de la patronal de la sanidad, y más cuando ya hoy se publica que su grupo parlamentario asume que el PSOE no apoyará finalmente su iniciativa para reformar la Ley 15/1997 prohiendo las nuevas formas de gestión privada de la sanidad pública. Como se recordará (o puede leerse aquí) IU consiguió aprobar en el Pleno del Congreso la toma en consideración de esta iniciativa en noviembre, gracias al apoyo socialista y con los votos en contra el PP y la abstención de los nacionalistas, en medio de grandes movilizaciones contra la Ley 15/97. Unas movilizaciones absolutamente necesarias e imprescindibles.
Sin embargo, el objetivo de la iniciativa era, según explicó en aquel momento Llamazares, modificar la Ley 15/1997 para “parar los pies al afán privatizador de la Sanidad” exigiendo que tanto la prestación como la gestión de los servicios sanitarios y sociosanitarios se llevase a cabo exclusivamente por entidades públicas.
Hoy acaba el plazo de enmiendas de los partidos a esta iniciativa y, aunque el plazo podría prorrogarse, IU dice ser consciente de que el apoyo socialista es complicado: “Una cosa es que nos respaldaran en la toma en consideración de esta iniciativa y otra que vayan a apoyar la propuesta en sí. Tenemos la impresión de que no contaremos con el voto necesario entre otras razones porque desde la aprobación de la toma en consideración de la iniciativa no hemos vuelto a mantener contactos sobre el tema”, explican desde IU.
Según informa Diario Médico, el Grupo parlamentario Socialista calla de momento sobre la postura que adoptará finalmente, pero el apoyo a la prohibición de las nuevas formas de gestión se antoja complicado, sobre todo si se tiene en cuenta que la propia ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha matizado ya en público el apoyo socialista a esta propuesta contra la llamada privatización. Jiménez ha afirmado al respecto que el apoyo socialista tuvo “un carácter general porque estamos en contra de la privatización, pero no de las nuevas formas de gestión que han implantado muchas autonomías. En lo que sí estamos de acuerdo es en que habría que evaluar su eficacia”. Más crítico se ha mostrado el portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo. En su opinión, “la iniciativa no puede salir adelante porque las autonomías no están tampoco de acuerdo con ella. Las nuevas formas de gestión se han implantado en todas las regiones, no sólo en las del PP. Todas las autonomías socialistas han utilizado algún modelo de gestión mixta y sería irracional una vuelta atrás”.
NUEVAS FÓRMULAS PARA LOS HOSPITALES Y AP
Podemos leer también en Diario Médico que José Martín, profesor colaborador de la Escuela Andaluza de Salud Pública, explica que casi todas las autonomías han implantado alguna fórmula de partenariado público-privado o alternativas a las redes asistenciales clásicas. “Lo más frecuente es que se adjudique la construcción y gestión del centro a una agrupación de constructoras, aseguradoras y cajas de ahorro locales, y se les pague un canon como ha hecho Madrid a 30 años, siguiendo el modelo británico y francés, pero manteniendo el core business, es decir, la prestación de servicios sanitarios, en manos públicas”. Sin embargo, Martín reconoce que existen muchos modelos de gestión actualmente “y cierto oscurantismo sobre su implantación y su eficacia. Hay modelos como el de Alcira que finalmente incluye también la atención primaria con un pago per cápita, hay modelos como el catalán de conciertos que datan de antes de la democracia o de sociedades profesionales de atención primaria, empeños como el gallego por las fundaciones, o experiencias de nuevas formas de gestión pública como la andaluza en Marbella”.
Lo que ni el Diario Médico ni José Martín explican es hasta qué punto los beneficios que consigue el sector privado entrando a saco en la sanidad pública ha significado un incremento de costes para la sanidad, irregularidades manifiestas en su ejecutoria denunciadas incluso por el Tribunal de Cuentas, y una pérdida de derechos, bienestar y atención para la ciudadanía.
Fuentes y lecturas: Diario Médico del 28/01/10 y también en su edición de hoy.
Manifiesto Dempeus en castellano
La privatización de los servicios sociales.
Una mica d’història econòmica
Un dret de ciutadania que es privatitza
Crisi Salut i Participació
RGAlmazán
2 febrer 2010 at 12:52
El hecho de que el PSOE renuncia rectificar la ley 15/97 no es sino la constatación de que no quieren acabar con el problema. No valen excusas, aunque las pondrán de mil colores. Mientras esa ley no se derogue o se rectifique, el PP seguirá privatizando la Sanidad, y el PSOE se hará corresponsable. Y probablemente también trate de privatizarla.
Por sus hechos –que no por sus palabras– los conoceréis.
Salud y República
Toni Barbarà
2 febrer 2010 at 14:00
Unos porque “hacen” y otros porque “dejan hacer”, el mismo fiasco.
Habrá que volver a aclarar, y van…, eso de “lo público y lo privado”. Es urgente y es vital porque “sus” planes son los de liquidar el sistema público de salud. En cada autonomia según traje a medida. És el siguiente ataque al
“estado de bienestar>>estar>>malestar” despues de las pensiones y la jubilación es el de la salud. Solo cabe movilización y respuesta. Estamos en ello… Salud !! Toni
marisol b.
8 febrer 2010 at 19:33
No me he puesto a verificarlo ni nada y sólo puedo decir que me lo comentó un usuario que se encontraba como yo en uno de esos servicios de “partenariado” a los que alude el texto; se trata de empresas que cobran lo suyo por prestar servicios al sistema de salud pública que se ve desbordado; vivo en Andalucía y esta conversación fue en una sala de espera adonde había otras personas que no lo desmintieron; esa persona aseguró que la empresa de servicios sanitarios privados en Huércal Overa pertenecía íntegra o casi íntegramente al presidente de la Junta de Andalucía, por aquel entonces, señor M. Chaves; en mi opinión, para saber por dónde van los tiros sólo es necesario averiguar quiénes ostentan la titularidad de esos consorcios “alternativos” al sistema público de salud. Tiene razón Llamazares y todos los que piensan que nos estamos moviendo en el tardofranquismo; los mismos modos, las mismas entidades quistemáticas como Muface…
Un saludo, dos Repúblicas y toda la transparencia que aún falta para llegar a la vencida.
àngels
8 febrer 2010 at 19:49
Totalmente de acuerdo con lo que dices, Marisol b. Y me alegro que te guste la semana roja de Kabila. Un fuerte abrazo!