La mayoría de la gente (no sé si el 99%, pero se le acerca mucho) estamos muy hartos de que se nos diga que no hay otra solución que los recortes esquimaldores de derechos, empleo y servicios públicos para “salir de la crisis”, que lo mejor es someternos al chantaje de los “mercados” y permitir que aumenten las desigualdades hasta lo insufrible. En la línea que escapa al pensamiento único literalmente empobrecedor, CC.OO de Catalunya ha propuesto una medida parcial, una reforma paliativa, pero que por lo menos permite ganar juicio en una rebaja fiscal hecha como regalo anticipado a los muy ricos en tiempos de crisis, con la falta de equidad y la burla para los más desafortunados que suponía.
El planteamiento, basado en un sólo tributo (de momento, supongo) es el siguiente: El impuesto de sucesiones se ha reducido entre 2008 y 2010 en un 36,2% después de las sucesivas rebajas perpetradas por el actual Ejecutivo y el anterior. Pero en conjunto, al final de este año, es decir, entre 2008 y 2011, se habrá reducido en un 82%, lo que significa más de 700 millones de euros que se dejan de ingresar en las arcas públicas. Con esta sequía de rentas de los más familias más afortunadas en el caso de las sucesiones, se dan argumentos para el victimismo de que “la caixa està buida, o sea, la caja está vacía” y no hay dinero ni para salarios ni para atender debidamente los servicios de salud. CCOO de Catalunya ha propuesto recuperar este impuesto con equidad, reequilibrando las aportaciones y los esfuerzos de los diferentes sectores sociales, a la vez que pone en evidencia que hay alternativas a los recortes.
Se trata de una propuesta que refuerza la tributación directa y progresiva como alternativa a incrementar los impuestos indirectos que pagan de la misma manera todos los ciudadanos con independencia de su nivel de ingresos.
CCOO propone recuperar las sucesivas reducciones establecidas el 2010 y el 2011, e incorporar reducciones por parentesco anteriores a la reforma de 2010. Como novedad, introduce una reducción variable de la base imponible para herencias inferiores a 160.000 euros, que haría que sólo tributaran las herencias superiores a esta cifra (sin contar la vivienda habitual, que seguiría quedando exenta hasta un valor de 500.000 euros). Las herencias de más de 160.000 euros correspondientes a cónyuges e hijos mantendrían las reducciones que ya tenían antes de 2010.
Con esta propuesta absolutamente asumible (sólo se trata de dejar el impuesto en condiciones más equitativas de cómo se percibía antes del 2008) y que beneficia a la gran mayoría de ciudadanos de Catalunya, se podría evitar que muchas de las partidas sociales fueran víctimas de los tijeretazos. Así, además de evitar la reducción en gasto de personal, se podrían ayudar a financiar la protección social, que se ha visto reducida en 122 millones de euros en los presupuestos de la Generalitat para el 2011, y la salud, con un recorte presupuestario de casi 353 millones, o los principales programas vinculados a las políticas activas de empleo, más prioritarias que nunca en tiempos de crisis para poder dar alternativas al escarnio de la provocación empresarial de los miniempleos y los minisalarios que dejan también minimizados los derechos laborales.
¿A algún lector o lectora de este blog le parece la medida demasiado radical? Bueno, veamos entonces este video relacionado con las grandes fortunas (que suponen grandes herencias), y después opinemos de nuevo:
Punts de Vista 
Rafael_F
17 Desembre 2011 at 13:24
La verdad es que esas propuestas no sólo no son radicales sino que me parecen bastante cortas. A nivel de España en su conjunto los impuestos directos que se han “ahorrado” los españoles si se tributara como en 1995, son de alrededor de 28.000 millones de euros por año. Las clases más adineradas han conseguido que sus impuestos tributen un 37 % menos que hace quince años. El común de los ciudadanos sólo nos hemos beneficiado en un 2%.
Al cabo del año se evaden en España alrededor de 60 ó 70.000 millones de euros de los cuales el 70 % corresponde a las grandes fortunas y empresas. Un sistema fiscal más justo con mejores medios para los inspectores de Hacienda reduciría considerablemente esa cantidad.
Incluso dentro de los ricos hay considerables diferencias. Así, mientras el conjunto de quienes declaran ganar más de 180.000 euros pagan al fisco un 30 % de su salario, quienes declaran más de 600.000 pagan un 27%. También las empresas, a medida que crecen en tamaño, es menor el porcentaje de sus beneficios que deben ingresas en Hacienda.
No, no son radicales. Lo que hay que pedir hasta la extenuación es que se cumpla la Constitución en cuanto a impuestos progresivos. Quieren llevar su nuevo “añadido” sobre déficit y deuda al pie de la letra mientras el viejo mandato de la Constitución se lo pasan por… el arco del triunfo.
Saludos
angelsmcastells
17 Desembre 2011 at 14:16
De acuerdo en todos los puntos de tu comentario, Rafael. ¡Pero mira qué tiempos vivimos que incluso las propuestas menos radicales se atreven a calificarlas la minoría de privilegiados y sus bien pagados mercenarios de “demagógicas”! Un saludo.
marisol
17 Desembre 2011 at 15:28
-“¿Tenemos la minoría absoluta, no? Luego entonces, lo que piense de nosotros el 99% no puede dejar de ser una opinión minoritaria”-. Así es como piensan en esa franja del uno por icento. Lo peor de este estado de extrema inversión lógica al que se ha llegado es que se lo han puesto en bandeja los gobiernos de Psoe. De ahí la falta de credibilidad y la decadencia interna en que ahora se ahogan. Tanta mierda produce emanaciones de metano y el resultado puede ser letal. Como en fiscalidad se han estado dando pasos hacia atrás, es como si estuviera todo por hacer. Y esto vale para la legislación europea, adonde la falta de previsión permite incurrir en redundancias flagrantes adonde si éramos pocos con las exenciones por patrimonio, parió la abuela de las subvenciones agrarias (caso del Galletano Martínez de Irujo, de Barrio Sésamo, sólo que sin gracia). Saludos.
angelsmcastells
17 Desembre 2011 at 15:52
Sí, Marisol… sentí una progunda desolación el día que en Catalunya, el govern de progrès votó los primeros recortes. Perdí más de un amigo entonces, pero sobre todo me di cuenta de hasta qué punto estábamos envenenados por nuestra mediocridad y nuestros miedos. Un saludo.