Entre las luchas importantes -como la huelga por la educación pública- y los trampantojos que nos ponen para deformar la realidad y perder nuestro valioso tiempo deshojando la margarita de “pitada, SI, pitada, NO”, se nos pueden escapar noticias como las de GESTHA que he visto publicada en NuevaTribuna, donde pueden consultar con mayor detalle.
Pero vale la pena difundirla y destacarla, porque los técnicos del Ministerio de Hacienda desempeñan su trabajo más allá de lo que el deber les exige: le imprimen su indignación y sus valores éticos, y se enfrenten a las arbitrarias y lesivas normas del Banco Central Europeo. Ante el escándalo de que el socrecoste anual de sólo la emisión de deuda pública de hoy, jueves, roza los 50 millones de euros, los Técnicos de Hacienda estudian denunciar ante el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, la falta de acción del Banco Central Europeo (BCE) por considerar que esta falta de compromiso contribuye a aumentar el coste financiero de los ciudadanos y empresas españolas, lo que perjudica la recuperación y la competitividad de nuestra economía.
Ya me gustaría ver la cara de la Sra. Merkel si se entera de lo que proponen desde GESTHA, porque ante la sugerencia de creación de Eurobonos que le transmitió el primer ministro François Hollande ya se le torció el gesto… Pero tiene suerte la Canciller, porque o mucho me equivoco, o no veo yo muy por la labor de secundar ningún cambio en los estatutos del Banco Central Europeo a Joaquín Almunia, aunque resulte innegable que el hecho de poder adquirir Deuda Pública de los Estados miembros en el mercado primario abarataría los costes del crédito de los particulares y empresas españolas.
GESTHA propone, además, y mientras no se modifican los Estatutos del BCE para dejar de favorecer de manera tan descarada a la banca privada y a la economía de Alemania, unas pocas medidas para frenar la especulación, empezando porque la entidad adopte mecanismos que desincentiven la compra de deuda soberana a tipos mayores a los que el propio organismo fije como referencia, de manera que el tipo de descuento ofertado por el BCE a cada entidad financiera venga en función del precio al que ha adquirido en las últimas subastas en el mercado primario de deuda soberana.
En segundo lugar, GESTHA pide al Consejo y al Parlamento europeo que aprueben las propuestas de la Comisión Europea sobre las agencias de calificación crediticia (CRA) que, entre otras cosas, exigirían transparencia, más control público y menos dependencia a las agencias de ‘rating’, mientras no se crea una agencia de calificación europea cuya actuación debería regirse por criterios de transparencia e imparcialidad.
Finalmente, desde GESTHA se concluye que “el retraso en la aprobación y puesta en práctica de estas medidas ocasiona un coste excesivo del endeudamiento de los Estados, y está limitando e incluso compensando las medidas de austeridad que se están aprobando para reducir el déficit, del tal forma que “lo que por un lado se ahorra con recortes y otras medidas de austeridad, por otro lado se gasta con el aumento del coste de la deuda”.