La propuesta de renegociación de la Deuda Pública presentada ante la Asamblea de Diputados por el Partido Comunista Portugués tiene la característica de ser la primera que supone que los que han salido beneficiados con la crisis carguen con una parte importante del ajuste. De hecho, “asumen su compromiso con las necesidades de los trabajadores y de Portugal” haciendo una propuesta que hace compatible el pago de la deuda con un crecimiento moderado e indexando el valor de los tipos de interés a un porcentaje de las exportaciones anuales. En la medida que consideran «inevitable» la renegociación de la deuda, el PCP exige que se haga con otros criterios de los que se han utilizado para Irlanda o Grecia, y antes que se concreten los “rastros de destrucción” que las medidas de austeridad provocan. Así, el proceso propuesto implica costes para los acreedores y no se niega al debate sobre las consecuencias de la entrada en el euro y en la UE.
Desde el PCP consideran que hay “deudas y deudas” y que la Deuda Pública portuguesa tiene un componente opaco e ilegítimo que debe investigarse para apurar a fondo las responsabilidades del estado portugués. La Deuda potuguesa alcanza hoy el 107,4 por ciento del PIB – y resulta, en lo fundamental, del proceso de desindustrialización, del abandono del aparato productivo, de las privatizaciones, de la financierización de la economía y de la sumisión a las imposiciones de la UE y de los grandes capitales nacionales y estranjeros.
El PCP llama la atención hacia los que han salido ganando con el endeudamiento protugués: Alemania, Francia, que impusieron la destrucción de la producción nacional y a quienes Portugal pasó a comprar lo que antes producía; y los bancos que se vieron libres de pérdidas por la intervención del Estado a los que además avaló, transformando la deuda privada en pública. Pero también destaca la responsabilidad de los bancos alemanes, ingleses, españoles, franceses y portugueses que toman préstamos en el BCE a poco más del 1% y compran Deuda al 6, 7, 8% o más.
La unión del FMI/BCE/UE no ayuda a salir de la situación de crisis, como demuestran los ejemplos de Grecia e Irlanda. Más bien sucede lo contrario: hunden a estos países en la recesión, continúan con la rapiña de recursos, agravan la pérdida de soberanía, la pobreza y el paro. Se trata de un auténtico “proceso de recolonización”. Después de su intervención en Portugal, que implicaría devolver en concepto de intereses más de 30 mil millones de euros en 7 años, el problema de la Deuda seguiría sin resolver. Pero es que precisamente de esto se trata: la ingerencia del FMI significa que la Deuda se agrave para beneficio de los bancos españoles, alemanes, franceses, holandeses y del o sector financero portugués. ¿Cómo? Fundamentalmente a través del pago y recapitalización de esos mismos bancos, y gracias también a los recortes de los salarios y de las prestaciones sociales y los servicios públicos.
Y, si quieren seguir leyendo, encontrarán las directrices de la propuesta alternativa presentada por el PCP para la renegociación de la Deuda Pública….