Hemos podido leer en el diario Gara que dos de cada tres vacunas de la gripe A irán a la basura. Tras la gran alarma por pandemia lanzada por la Organización Mundial de la Salud, que ha sido acusada de plegarse a los intereses de las farmacéuticas, los estados español y francés hicieron acopio de ingentes cantidades de vacunas. Según escribe Aritz INTXUSTA, cuando ya se da por concluida la campaña de vacunación contra la nueva gripe A , menos de un tercio de la población de riesgo ha acudido a ponerse la vacuna. Los estados español y francés, sin embargo, atendiendo a los análisis más catastrofistas que se lanzaron con la llegada del nuevo virus, hicieron acopio de ingentes cantidades de vacunas, que finalmente no serán utilizadas, ni en esta campaña ni nunca.
El Estado español, por ejemplo, compró 37 millones de vacunas a finales de verano. Su intención era «vacunar a un 40% de la población» y contar con reservas para inmunizar a otro 20% si se cumplían las cifras de mortandad que auguraba la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se afirmaba que sería necesaria una doble vacunación. (…)
¿Dónde va el dinero?
El responsable de epidemias del Gobierno de Lakua confirmó que las vacunas sobrantes «en principio no servirán para el año que viene», debido a la rapidez con la que muta el virus.
La decisión de la compra de vacunas fue tomada por el Ministerio de Sanidad español. Las dosis fueron adquiridas a las farmacéuticas Glaxosmithkline, Novartis y Sanofi Pasteur. El fármaco propiedad de Novartis, Focetria, según informaciones de la Cadena Ser, habría costado entre 10 y 15 euros por dosis. Se puede hacer, por tanto, una proyección aproximada del dinero despilfarrado.
El caso del Estado francés es aún más alarmante. París hizo acopio de 90 millones de vacunas (para 62 millones de habitantes) pensando que serían necesarias esas dos dosis. Más tarde se demostró que con sólo una era suficiente, y finalmente se ha vacunado a 3.582.000 personas. En este caso, el dinero de la sanidad pública francesa se lo embolsaron Novartis, Glaxosmithkline, Sanofi Pasteur y Baxter.
Rebelión en las consultas
Las causas de esta falta de interés y del recelo ciudadano ante esta campaña han sido varias. En primer lugar, lo que la OMS calificó de peligrosa pandemia global acabó por convertirse en una gripe bastante leve y casi nunca mortal. De hecho, la tasa de mortalidad por complicaciones derivadas de este nuevo virus es del 0,018%, equivalente a la gripe estacionaria. Tanto es así que se ha vacunado a muchas más personas para la gripe estacionaria que para la gripe A.(…)
En paralelo, desde un primer momento muchos han sido los profesionales que han puesto en cuestión el alarmismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a la gripe A. El propio presidente de los Colegios de Médicos del Estado español, José Antonio Rodríguez Sendín, acusó directamente al Ministerio de ceder ante una campaña de alarmismo lanzada desde la OMS, detrás de la cual se escondían intereses «económicos y políticos». Rodríguez Sendín alegó en septiembre que, visto el comportamiento del nuevo virus a lo largo de todo el invierno en el hemisferio sur, la gripe A «es bastante más llevadera y leve que la gripe estacional» y anunció que no tenía intención de vacunarse.
«Esta pandemia de gripe A, al igual que la de la gripe aviar, es una estafa», afirma el director de la revista “Discovery Salud”, el doctor José Antonio Campoy. «Las vacunas son peligrosas y esta alarma social responde a intereses farmacéuticos. De todos es sabido que las farmacéuticas financian a los partidos políticos», sostiene el especialista, que asegura que no se trata de un caso aislado: «No es la primera vez que pasa algo así. El negociete de las vacunas es una vieja historia. En tiempos de Saddam Hussein, Ana Pastor (ex ministra de Sanidad del PP) llegó a comprar millones de vacunas contra la viruela temiendo un ataque biológico. ¿Alguien sabe dónde están esas vacunas? Algunos dicen que las custodia el Ejército. Yo, desde luego, no tengo ni idea».
El médico de Iruñea especialista en medicina biológica Javier Martí Bosch también ha decidido no vacunarse. «¿Qué sentido tiene? La vacuna está sin ensayar. Nos han dicho que está muy probada su efectividad, pero no se ha publicado ningún ensayo clínico».
Para leer la noticia en su totalidad: Dempeus per la salut pública
Fuente: Gara