El ticket “moderador” o los 100 millones de la desvergüenza

Mas-Colell, conseller d’Economia de la Generalitat, ha explicado en ‘Els matins’ de TV3 los acuerdos tomados ayer en el Consell de la Generalitat donde se aprobaron las medidas que más atentan contra la desigualdad de la democracia. En un ejercicio de vergonzante y miope lógica perogrullesca, ha declarado que la Generalitat “tiene los recursos que tiene” y que, por tanto, deben ofrecer los mismos servicios con menos dinero… Pero aclara, que si no se quiere prescindir de personal, sí tendrán que rebajarse, DE NUEVO, sueldos, y ajustarse horarios. En este sentido, tras las siete sesiones de negociación de la Mesa de la Función Pública entre sindicatos y Govern, y dado que no llegan a un acuerdo para acometer las propuestas de ajuste, el conseller ha explicado que, en opinión del Govern de CiU, sólo hay tres opciones para “ahorrar” los 625 millones que necesita: reducir las compensaciones salariales, retocar los horarios laborales o despedir trabajadores.

Mas-Colell ha explicado para el público de TV3 que se trata es de cumplir el GRAN PRECEPTO NEOLIBERAL DE REDUCCIÓN DEL DÉFICIT hasta el 1,3% (por cierto, decidido en Bruselas por imposición de Berlín, nada que ver con algún ejercicio más o menos autóctono de autodeterminación).

Después de crear la dosis habitual de miedo y culpabilidad, Mas-Colell ha hablado finalmente de que hay que conseguir nuevos ingresos. En este sentido, ha dado como ejemplos el aumento del canon del agua, de las tasas universitarias y del transporte público, así como recuperar el impuesto de patrimonio (bueno, ¡menos mal, pero ya veremos si se lleva a término!) e implantar una tasa turística “progresiva” de 3 a 1 euros por pernoctación, según la categoría del hotel escogido. Pero, finalmente, ha explicado lo que fue ayer la gran bomba de la desigualdad y que constituye un auténtico atentado a la salud y a la equidad: la tasa por receta farmacéutica, también llamada “ticket moderador”, que de entrada será de un euro por receta con carácter universal y que puede suponer un ingreso mínimo de 100 M. de euros que pagarán personas enfermas y en situación precaria.

De nuevo cobran gran vigencia todas las argumentaciones que desde Dempeus per la Salut Pública hemos venido elaborando y difundiendo sobre el REpago. En este link pueden tener ustedes acceso a la Jornada contra el CO-REpago que celebramos en Barcelona en junio del pasado año y en la que distintos especialistas reconocidos y honestos expusieron argumentos definitivos contra esta medida ¡que incluso la propia CiU había denunciado en su programa electoral! Ahora lo llaman, “ticket moderador”, pero cambiar los nombres de las cosas no altera su esencia, sólo demuestra quien manda en la economía y en el lenguaje, porque la verdad es que contiene todos los elementos de “impuesto sobre la enfermedad”, y agrava el carácter regresivo (y cobarde) de una medida recaudatoria que perjudica a las personas con menos ingresos y más enfermas… Como está demostrado por experiencias en otros países, puede impedir en muchos casos el acceso a la medicación imprescindible para recuperar la salud… ¿Y eso les parece especialmente “saludable” y “moderador” a las chatas autoridades sanitarias de Catalunya, cuando puede afectar a enfermedades infecciosas, por ejemplo?

La enjundia de la medida, además, añade nueva presión sobre el personal sanitario porque el “ticket moderador” pone también en cuestión la profesionalidad de los médicos e interpone un elemento añadido de desconfianza entre médico y paciente. Es una auténtica decisión envenenada lanzada en una práctica sanitaria que ya ha padece bastantes tensiones y agresiones –entre ellas, que el govern de CiU pretende enfrentar continuamente los derechos laborales con los derechos de ciudadanía en los temas de salud– y que deberíamos saberle devolver con toda la contundencia que merece. Ojalá el ticket moderador explote en la cara de Mas-Colell, de Boi Ruiz o de Artur Mas. Ojalá tengan que tragarse sus intenciones con toda la amargura que provocarían a las personas más necesitadas, enfermas e indefensas. Porque gente para plantarles cara y hacerles cambiar de política, hay mucha, muchísima. Y cada día somos más, más informados, más lúcidos, más decididos a defender NUESTRA sanidad pública. Y si no, vean ustedes la magnífica asistencia de ayer al acto que ATTAC-acordem ofreció en Barcelona y que acabó no sólo con un magnífico debate, sino con la crecida disposición a ponernos en pie y hacer frente al desmantelamiento de la sanidad pública y a rescatar la democracia secuestrada por medidas, procedimientos, mentidas y comportamientos injustos e indignos de quienes deberían servir a la ciudadanía, en lugar de servirse del poder político para seguir lamiendo la mano de los poderosos.

Ver también en: La Ratera, “Annus Mirabilis, Annus Rebellium”